Cáncer Bacterial: Fitopatólogos avalan el uso de Agrocopper en otoño e invierno, para su prevención y control

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Fecha

03 de June de 2019

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Los destacados especialistas Blancaluz Pinilla y Mario Álvarez revisan la importancia de efectuar un control preventivo del Cáncer Bacterial, tanto para cerezo como para las demás especies de carozos. Esta enfermedad ocurre en conjunto con otros patógenos en cultivos como arándano, manzano, kiwi y nogal. La fórmula tradicional era usar productos cúpricos particulados en la época de otoño e invierno, y reservar los formulados en base a sulfato de cobre pentahidratados para primavera y verano. Actualmente, las particulares características de Agrocopper están cambiando los límites de la tradición y demostrando la eficiencia de este fungicida bactericida de fabricación nacional también en el periodo de caída de hojas y en el receso invernal.
Cáncer Bacterial: Fitopatólogos avalan el uso de Agrocopper en otoño e invierno, para su prevención y control

Mario Álvarez
Importante: Protección de las heridas

El fitopatólogo, Ingeniero Agrónomo, PhD. Mario Álvarez señala que el bacterio Pseudomonas syringae pv. syringae, patógeno que provoca el Cáncer Bacterial, solamente puede entrar a la planta a través de heridas, las que son causadas por diferentes factores. Esto hace muy difícil el control de esta enfermedad.

Las hojas que caen naturalmente en otoño dejan un gran número de heridas y luego, en invierno, las heladas generan fisuras o microfisuras no siempre apreciables a simple vista. La concurrencia de lluvias se traduce en la dispersión de las bacterias a través del agua, penetrando por esas aberturas y provocando la infección, explica el fitopatólogo.

–Lo ideal sería que todas las hojas cayeran el mismo día, pero ello no ocurre –comenta–. El proceso comienza hacia fines de marzo y continúa por un tiempo cuya duración depende de la especie y de la zona. Se requiere empezar las aplicaciones, que deben ser preventivas, desde las primeras caídas de hojas y continuarlas periódicamente hasta las últimas. Normalmente son unas 3 aplicaciones, pudiendo llegar a 4 y hasta 5, según las condiciones imperantes. Junto al receso invernal, son dos periodos muy importantes en el control de la enfermedad. Además, el bacterio es capaz de penetrar en las yemas cuando se empiezan a hinchar, por lo que el control deberá abarcar también este estado fenológico.

El elemento principal para la prevención del Cáncer Bacterial, continúa el especialista, corresponde a los productos a base de cobre. Asimismo, tienen algún efecto los antibióticos, pero con un nicho más pequeño, ya que, su efecto residual es más corto y son propensos a generar resistencia cuando se aplican en forma reiterada.

Agrocopper versus particulados tradicionales

Mario Álvarez señala – “En general en los huertos se utilizan dos tipos de productos cúpricos: a) en base a sulfato de cobre pentahidratado y b) particulados. Estos últimos se prefieren en otoño-invierno, debido a que proveen una mayor cantidad de cobre que los pentahidratados, los cuales se privilegian en estados fenológicos de primavera y verano como la brotación, floración y crecimiento de frutos. No obstante, Agrocopper por sus atributos está desafiando la forma acostumbrada de tratar este problema”.

Sustentabilidad: limitaciones a las aplicaciones de cobre

El fitopatólogo constata una tendencia a recomendar el uso moderado de los productos cúpricos, debido al impacto negativo de los residuos de cobre que caen al suelo sobre los organismos que habitan en él. Si bien en Chile no se ha limitado la cantidad posible de aplicar, sí lo están haciendo en países como Nueva Zelanda, donde se emplea cobre en gran cantidad para el control de la PSA en kiwi, y también en la Unión Europea, donde se limita a 4 kg/ha/año para producción orgánica y convencional.

–Yo he sacado algunas cuentas –menciona Álvarez–; por ejemplo con algunos oxicloruros de cobre el rango de concentración varía de 400 a 600 g/100 L de agua, lo que significa, según el mojamiento (1.500 lt/ha), 3 a 4 kg de cobre total (metálico) por hectárea por aplicación. Exagerando un poco, si usáramos solo uno de esos productos en todos los periodos fenológicos de los que hemos hablado, serían 3 kgs de cobre por 8 aplicaciones, completando 24 kg de cobre total (metálico) / ha.

Al hacer el mismo ejercicio con Agrocopper, el que se recomienda a 60 g/100 L de agua, se utilizarían solamente 1,5 a 2 kg de cobre total/ha al realizar las mismas 8 aplicaciones. En otras palabras, resulta posible obtener el mismo efecto de control utilizando 12 veces menos de cobre, lo que lo transforma en una herramienta muy versátil y sustentable.

Blancaluz Pinilla:
Las partículas finas son de gran importancia

Blancaluz Pinilla, Ingeniera Agrónoma, M.Sc., Gerente Técnica Área Fitopatología de Agrolab, resalta el hecho de que una vez que el Cáncer Bacterial ha entrado en la planta, no existe ningún producto capaz de sanar la enfermedad.

–Los cobres actúan de manera preventiva y por contacto sobre la bacteria –indica–. El árbol tiene que estar cubierto siempre que exista la posibilidad de ingreso del patógeno a través de heridas o aberturas naturales del tejido vegetal. Por eso es que repetimos las aplicaciones. En cada aplicación vamos reduciendo la población de bacterias que podrían penetrar. ¿Qué facilita la multiplicación y propagación de Pseudomonas? La lluvia y el frío.

Agrocopper destaca por su solubilidad, adherencia, distribución y tenacidad

La especialista posiciona decididamente el uso de Agrocopper entre las herramientas para la prevención del cáncer bacterial en otoño e invierno:

–Agrocopper presenta una formulación muy fina, lo que resulta de una importancia tremenda en cuatro factores que son fundamentales. Uno, la solubilidad rápida de la molécula: este es un producto fabricado a partir de sulfato cobre pentahidratado, una sal de cobre, por lo que su solubilidad es muy alta, lo que permite que entre inmediatamente al sistema, atraviese la pared celular de la bacteria y la destruya al producir una precipitación del contenido citoplasmático. Segundo, las partículas pequeñas se adhieren mejor al tejido vegetal. Tercero, por su tamaño tan reducido se distribuyen muy bien. Y el último factor, la tenacidad; o sea permanecen por más tiempo sobre los vegetales que las partículas más grandes.

Blancaluz Pinilla señala – “Existe un gran desafío en cuanto a la necesidad de bajar la cantidad de cobre a utilizar en los huertos frutales. Por razones comerciales, pues ya hay mercados que están poniendo límites en ese sentido, como se señaló anteriormente en el presente artículo, pero también por razones productivas, ya que se trata de fitosanitarios no selectivos y la pérdida de la microflora y microfauna empobrece el suelo, afectando los rendimientos a largo plazo”.

–Agrocopper nos posibilita reducir drásticamente las dosis de cobre total (metálico), con el mismo número de aplicaciones. Si comparas con un óxido cuproso o un hidróxido de cobre (particulados), evidentemente estás aplicando mucho menos cobre, y, por ejemplo, nunca vas a llegar a los 4 kg/ha/año que es el límite europeo para los cultivos orgánicos.

Cualquier agricultor prefiere aplicar menos producto

–¿Un producto que logra controlar las enfermedades con menos cobre, va a ser mejor, cuando se necesitan muchas aplicaciones consecutivas?

–Pero no solamente cuando tengo que hacer muchas aplicaciones, yo creo que cualquier agricultor prefiere aplicar menos producto, desde el punto de vista del ecosistema y desde el punto de vista de la eficiencia. Porque el hecho de bajar las concentraciones en ningún caso significa menor eficiencia. Al contrario, ya se han probado las dosis que están en la etiqueta, que son bajitas; tú las miras y las comparas con cualquier cúprico y te vas a dar cuenta. Hay que destacar además que los productos en base a sulfatos de cobre, el Agrocopper incluido, son mucho menos fitotóxicos, entonces tiene un nicho que podría comenzar desde la caída de hojas y seguir perfectamente hasta brotación, floración y crecimiento de frutos.

Blancaluz Pinilla menciona asimismo los buenos resultados de Agrocopper en todas las especies de carozo, arándano, nogal y kiwi, contra enfermedades bacterianas. Destaca asimismo el efecto fungicida de los cobres, lo que los hace muy útiles, por ejemplo, contra enfermedades de la madera.

Beneficios sustentables

La Fitopatóloga destaca - “ Agrocopper está cambiando los esquemas también en términos de valor y sustentabilidad, ya que requiere una menor dosis de cobre total por hectárea para lograr los mismos efectos de control en el período de otoño e invierno.”

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03 de June de 2019

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